domingo, 30 de septiembre de 2007

Algunas nociones sobre la producción de textos



Concepto de Discurso. Nociones de verdad, verosímil y ficción. Concepto de autor.
El concepto de Discurso se define a partir de Michael Focault como "un conjunto de enunciados que dependen de una misma formación discursiva... está constituida por un número limitado de enunciados para los cuales puede definirse un conjunto de condiciones de existencia”.
El concepto es relativamente fácil de entender. Discurso es simplemente sinónimo de enuncio o secuencia de enunciados y corresponde, dicho sea de paso, a lo que en la lingüística textual se suele calificar de texto. Es decir, una conversación familiar, una llamada telefónica, pero también una carta, un articulo de fondo, un documento jurídico etc. - todas estas formas de la comunicación verbal representan discursos. Conforme a este empleo del término, tenemos que entender por discurso toda manifestación concreta de la actividad del hablar según las reglas de una determinada lengua, concebida esta última como técnica histórica del hablar.
El discurso, sin embargo, no sólo es manifestación o actualización de la actividad del hablar mediante reglas y normas de una lengua, sino que al mismo tiempo - y este punto se olvida muy a menudo - es siempre realización de modelos textuales de modelos discursos, o, en la terminología aquí adoptada de tradiciones discursivas. Pero no hay que identificar las tradiciones discursivas exclusivamente con géneros o estilos literarios, ya que éstas representan también formas de la interacción verbal cotidiana.
Al insertar el discurso en situaciones y contextos concretos, nos encontramos ya en el campo de la pragmática. La pragmática toca principalmente el aspecto del uso, se interesa específicamente por las relaciones entre discursos y sus participantes, a saber, por las reglas que rigen el uso de expresiones, proposiciones, etc.



La pragmática considera esencialmente las situaciones en las que los discursos aparecen, las intenciones que rigen su producción, los efectos que los discursos provocan. Y, sobre todo, se interesa por los diferentes tipos de interacciones entre locutor/productor y alocutor/receptor que se constituyen en el discurso mismo. En este sentido representa ya el paso de la investigación de la expresión lingüística que sólo considera el aspecto semántico y sintáctico a una investigación integral de la comunicación verbal - integral en cuanto que toma en cuenta los aspectos esbozados.
En el término “discurso”, entendido como una unidad supraoracional de la actividad lingüística, se incluyen la narración, la exposición, la construcción de textos escritos, la conversación.

* Nociones de verdad, verosímil y ficción:
El término "verdad" se usa en dos sentidos: para referirse a una proposición o para referirse a una realidad. En el primer caso, se dice que una proposición es "verdadera" para distinguirla de otras "falsas". En el segundo, se dice que una realidad es "verdadera" en contraposición a otras que pueden calificarse de "ilusorias", "irreales", "inexistentes", etc.

Ya los griegos se ocuparon de explicitar la noción de verdad como propiedad de ciertos enunciados (verdaderos). Si bien es cierto que antes de Aristóteles se había concebido la verdad en este sentido, es él quien la explicita cuando sostiene que “decir que lo que es no es o que lo que no es es, es erróneo; pero decir que lo que es es y que lo que no es no es, es verdadero”. A partir de esta afirmación construye lo que se llamará luego la "concepción semántica de la verdad", es decir, la idea de que un enunciado es verdadero si hay correspondencia entre lo que se dice y aquello sobre lo que se habla.
Considérese el siguiente ejemplo:
La nieve es blanca (a) es verdadero si y sólo si la nieve es blanca (b).


Es lo verosímil, aquello que tiene la apariencia de la verdad sin serlo.
Aristóteles distingue el signo de lo verosímil, y enseña que esto último es una proposición que aparece como probable, entendiendo aquí por probable aquello que en la mayoría de los casos acontece o no acontece, existe o no existe, como por ejemplo: "los hombres aman a aquellos que les aman".
Si bien lo, verosímil, la verosimilitud de algo, no puede ser para la ciencia sino un elemento provisorio de juicio, en el proceso judicial en cambio tiene gran importancia.

En su referencia etimológica, el término ficción, remite a dos acepciones principales : a) dar forma, formar, modelar y b) simular, fingir (ficción poética). Las dos significaciones se ligan a una tercera : imaginar. Es válido localizar a la ficción en el ámbito de lo irrreal, pero además, la filosofía y el pensamiento clásicos han ubicado a la ficción y a la verdad como antitéticos, entendiendo a ésta última,como adecuación o correspondencia a una realidad en sí. en este sentido, la ficción fue relegada a mera imaginería o mentira literaria.

Foucault, sobre la ficción, dice : " en cuanto al problema de la ficción, es para mí un problema muy importante; me doy cuenta que no he escrito más que ficciones. No quiero, sin embargo, decir que esté fuera de verdad. Me parece que existe la posibilidad de hacer funcionar la ficción en la verdad; de inducir efectos de verdad con un discurso de ficción, y hacer de tal suerte que el discurso de verdad suscite, ‘fabrique’ algo que no existe todavía, es decir, ‘ficcione’.

* Concepto de autor:
La noción de "autor" –como creador individual de una obra artística o literaria– se puede situar histórica y culturalmente en el tránsito de la modernidad a la postmodenidad.
Tal como lo refiere Michel Foucault , el autor que desde el siglo XIX venía jugando el papel de regulador de la ficción, papel característico de la era industrial y burguesa, del individualismo y de la propiedad privada, habida cuenta de las modificaciones históricas posteriores, no tuvo ya ninguna necesidad de que esta función permaneciera constante en su forma y en su complejidad.
El concepto de autor, en los siglos XVIII y XIX, alcanzó el punto culminante de individualidad en la historia de las ideas, del conocimiento, de la literatura, en la historia de la filosofía y en la historia de las ciencias. Así, el autor vino a representar la realización del proyecto de la modernidad producto de la identificación del sujeto con su obra, con su unidad estilística, su coherencia conceptual y su originalidad. Estos elementos son tan auténticos y se han enraizado de tal modo, que aún hoy día tienen una considerable aplicación en la crítica literaria y, sobre todo, en la evaluación científica a cualquier instancia.
Por otra parte, es posible identificar en ellos los ideales de la modernidad, como la universalidad, la armonía, la existencia de ideas únicas, la verdad y la razón.




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Tablas de cohesión textual


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Redacción y edición de escritos



La redacción se desarrolla como un proceso complejo en el cual se pueden desagregar claramente tres fases o etapas: la primera, de pre-escritura, destinada al acopio, generación y organización de las ideas; la segunda, de redacción y la tercera, de revisión.

La cantidad de convenciones que requiere el acto de la escritura es muy elevada. Primeramente, tenemos que conocer la ortografía convencional y arbitraria de las palabras. Las reglas de ortografía no nos ahorran el trabajo de tener que memorizar las letras y los acentos que forman una palabra porque tienen una unidad relativa.

Cada regla tiene sus excepciones, son numerosas y suelen coincidir con las palabras más usuales. Además, determinados aspectos de la ortografía no tienen ninguna regla gramatical y la única posibilidad de dominarlos es memorizar palabra por palabra. Sólo podemos conocer qué letra corresponde poner a determinada palabra porque antes la hemos visto escrita y la recordamos. De no ser así tendremos que consultar un diccionario.
También debemos reconocer las convenciones que afectan al uso de las letras mayúsculas y la puntuación.

Asimismo, un buen escritor sabe muchas cosas sobre el tipo de texto que escribe. Por ejemplo, para escribir una carta tiene que conocer la estructura que tiene este tipo de texto, que es distinta de la que tiene una noticia periodística o una instancia. También tienen que adoptar un determinado tipo de registro, con expresiones más formales o más coloquiales que variará según el tema del texto y según la persona a quien se dirija. Y aún más, tiene que enlazar las frases entre ellas de una determinada manera con conjunciones, pronombres o sinónimos, de una forma muy distinta de como lo hacemos normalmente cuando hablamos.

En resumen, un escritor tiene que dominar las características del código: debe recordar la ortografía de las palabras, tiene que distinguir las sutiles normas de puntuación y las convenciones en el uso de las mayúsculas, es necesario que conozca la estructura, los registros y las formas de cohesión propios de los textos que quiere escribir. Es un extraordinario, vasto y variado conjunto de conocimientos. ¿Cómo los adquiere el aprendiz de escritor que se inicia? ¿Dónde puede encontrar todos estos conocimientos? ¿De dónde los aprende o los ha aprendido el escritor competente? Lo aprende de los textos ya escritos que han redactado otros escritores.

Pasos para la creación de un mensaje:

Su documento será más persuasivo si tiene una sola idea dominante. Llamaremos a esta idea rectora el mensaje principal. Usted puede dar otro nombre a su mensaje. Podría llamarlo, por ejemplo, una tesis, una propuesta, una proposición o un resumen. Nos gusta el término mensaje porque la palabra sugiere un tipo específico de idea.
• Está dirigido a una persona o grupo específicos.
• Tiene un propósito práctico.

Crear un mensaje implica cuatro etapas. ¿Cuáles son?
1. Definir el propósito que usted tiene
2. Analizar a sus lectores
3. Redactar una oración que contenga el mensaje
4. Revisar el mensaje.

Edición: Una buena edición implica hacer elecciones sensatas. ¿Qué palabras debe usar? ¿En qué orden debe ponerlas? Nunca hay una sola respuesta correcta.
Tómese un descanso antes de comenzar a editar. Deje a un lado su primer borrador y haga alguna otra cosa antes de editarlo. Esto le permitirá examinar lo que ha escrito con más objetividad, como si no lo hubiera escrito usted.
Pida una segunda opinión. Dé su trabajo a un colega o amigo cuya opinión respete. Es importante que usted conserve la facultad de elección final en la edición.
Edite sobre el papel, no en la pantalla. Puede examinar el texto con más objetividad cuando está sobre el papel.
Edite para lograr claridad. Eso implica usar un español llano, de uso corriente.
Edite en forma sistemática. El método más eficiente es editar el texto en tres niveles: los párrafos, las oraciones y las palabras.

Edite en tres niveles:
• Construya párrafos eficientes.
• Mejore las oraciones largas y complicadas.
• Escoja las palabras cuidadosamente.
De este modo, usted edita primero las unidades de significación más grandes. Los problemas a nivel de las oraciones y las palabras tienden a desaparecer a medida que edita los párrafos; otros problemas a nivel de las palabras se desvanecerán cuando edite las oraciones. Editar sistemáticamente implica que usted obtiene el máximo beneficio con un esfuerzo mínimo.

Control de los aspectos léxicos, sintácticos, semánticos y pragmáticos:
1) Pragmático: ¿El texto muestra que, como emisor, se ha tomado en cuenta a quién se dirige, con qué motivo? El formato elegido, ¿es el más apropiado? ¿Cree que su texto podrá cumplir el efecto que se ha propuesto? ¿Tuvo en cuenta la competencia de conocimientos de su receptor? Revise cómo ha sido su elección dentro de las posibilidades que brinda la lengua para que la comunicación sea exitosa.

2) Léxico- Semántico: ¿La información que se brinda es pertinente? ¿Se establecen en el texto contradicciones que no se aclaran? ¿Se ha utilizado un vocabulario preciso y adecuado al tema y al tipo de texto elegido? ¿Ha cuidado la cohesión del texto?.

3) Sintáctico: La combinación de palabras en las oraciones, ¿es intelegible? Si alguna de las oraciones no se organiza según el orden lineal, ¿puede reflexionar sobre las razones del cambio? ¿Es distractora la organización de su oración, por ej.: por exceso de inclusiones, por ser muy extensa, con elementos paratácticos (en coordinación), porque el verbo principal sólo se lo encuentra casi al final? Verifique la fluidez de las oraciones. La organización de los constituyentes de la oración, ¿puede inducir a una mala interpretación o a la ambigüedad? Verifique si todos los verbos tienen su sujeto correspondiente o si no ha olvidado desarrollar el predicado: esto sucede en oraciones extensas muy a menudo.

4) Morfológico: ¿La selección de palabras se corresponde con la intención comunicativa? Controle la concordancia entre los elementos. ¿La elección de persona (lª, 2ª o 3ª), de tiempo y modo verbal, de adjetivos (objetivos o subjetivos afectivos/valorativos) se corresponde con el tipo de texto elegido? ¿Cuidó no zigzaguear entre el tiempo pasado y el tiempo presente si su texto se trata de una narración? Preste atención a las formas irregulares, sobre todo de los verbos.

5) Notacional: ¿Ha cuidado que la puntuación del texto no se contradiga con lo que ha deseado expresar?. ¿La puntuación colabora con el lector para la captación del significado del texto?. ¿Revisó cuidadosamente la ortografía?. ¿Se preocupó por la tildación de las palabras para que no se produzcan confusiones o ambigüedades?. Verifique que sí utilizó los signos auxiliares que correspondan. ¿Recordó señalar con sangría el comienzo de sus párrafos?. Controle el uso de mayúsculas. Observe la utilización del espacio.
Recuerde que esta dimensión colabora activamente en la construcción del significado del texto.

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sábado, 15 de septiembre de 2007

Diccionario de Dudas de la Lengua Castellana

¿Se dice 'arrellenarse' o 'arrellanarse'? ¿cómo se conjuga 'asir'?¿Cómo debe escribirse: Tschaikowsky o CHAIKOVSKI? ¿'urgir' es transitivo o intransitivo? ¡Cuántas dudas pueden aparecer al hablar, al escribir...!
Para evitarlas (al menos algunas) surgieron unos diccionarios que van más allá de ofrecernos el significado de las entradas. Me refiero al Diccionario de Dudas, con ellos se pretende solucionar las posibles dificultades que nos encontramos en el uso de algunas formas y de corregir los usos coloquiales que han surgido y que se alejan de la norma.
En esta ocasión tenemos el Diccionario de Dudas y Dificultades de la Lengua de Manuel Seco. Un texto bastante completo y muy útil, de esos que todos deberíamos tener sobre nuestro escritorio.

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sábado, 8 de septiembre de 2007

Nociones básicas de Gramática. La sintaxis española


La sintaxis española

Los componentes de la oración guardan entre sí relaciones lógicas y estéticas que tienen su expresión verbal:
1. en el orden de colocación de las palabras, frases y oraciones (si se trata de una oración compuesta);
2. en la concordancia y relaciones de las palabras variables;
3. en el empleo de las preposiciones, conjunciones y voces enfáticas, y
4. en los acentos de intensidad. Hay también enlaces extraoracionales.

El idioma normalmente no emplea el sujeto, pero hay dos ocasiones en que sí:
c. cuando se requiere hacer resaltar la participación del sujeto en la acción, como insistiendo en que es aquel y no otro (empleo enfático);
d. cuando puede haber ambigüedad.

La concordancia según el sexo es casi general. Los colectivos (gente...) pueden concordar en singular (según la gramática) o en plural (idea, sentido, contenido), en esto hay muchas vacilaciones. La indeterminación favorece que la concordancia sea en plural y la determinación que lo sea en singular; mitad, tercio, resto... aplicados a un conjunto de individuos puede concertar en singular o en plural. En todos estos casos la pluralidad viene sugerida por el plural que sigue a la preposición de o por el significado de fracción de un colectivo; favorece la concordancia en plural de los colectivos singulares, la distancia a que se encuentran del verbo o adjetivo con que deben de concordar; normalmente irán en plural cuando, si es sujeto, el predicado (y viceversa) están en plural; el pronombre neutro en su significación colectiva puede ofrecer las mismas concordancias; el elemento preponderante para el interés del que habla puede atraer al verbo copulativo.


La posibilidad y la probabilidad en el pasado o en el futuro se expresan por medio del futuro hipotético (serían). Si la probabilidad se enuncia en pasado perfecto, empleamos el antefuturo hipotético (habría + participio) o el pluscuamperfecto de subjuntivo. La probabilidad en el presente y en el pasado inmediato se expresan también con los futuros simple y compuesto de indicativo, respectivamente.
Nos valemos también de medios léxicos como son el uso de poder, probablemente, deber de + infinitivo. Con los verbos poder, deber, y algunos más, las formas verbales en -ra y en -ría pueden sustituirse entre sí.
La oración dubitativa simple se enuncia con adverbios de duda seguidos de subjuntivo. El empleo del subjuntivo aumenta el sentido dubitativo de la oración, mientras que con el indicativo es una duda atenuada, que tiende a la afirmación o a la negación.
En las interrogativas parciales la duda no recae sobre el predicado mismo de la oración, sino sobre el sujeto o sus cualidades, o sobre cualquiera de los demás elementos de la oración. Las oraciones que expresan deseo se caracterizan por llevar el verbo en subjuntivo. La Real Academia Española agrega que su forma de expresión es el presente o pretérito imperfecto de subjuntivo; pero con la diferencia de que con el presente enunciamos un deseo que consideramos realizable, y con el imperfecto manifestamos un deseo cuya realización tenemos por imposible. Pero se emplean también el pluscuamperfecto y el perfecto de subjuntivo en oraciones independientes desiderativas.
No es la cualidad realizable o irrealizable lo que se hace que se exprese el deseo en presente o imperfecto, sino la significación temporal que corresponde a unas u otras formas verbales. El imperativo no puede emplearse en las exhortativas negativas. El infinitivo también se usa como imperativo. En oraciones exhortativas se emplea también el futuro de mandato.

La oración subordinada desempeña dentro de la principal la misma función que corresponde a un sustantivo, a un adjetivo o a un adverbio, equivaliendo a uno de ellos y clasificándose de esta manera: las oraciones sujeto: se introducen por medio de la conjunción subordinante que. Cuando son interrogativas no llevan conjunción. Pueden llevar artículo, aunque no es imprescindible.


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Nociones básicas de Gramática. Sintaxis: sujeto y predicado



Sujeto y predicado de la oración
Para que pueda formarse una oración (de cualquier tipo) se precisan dos sintagmas que desempeñen las dos funciones esenciales de la oración: la función de sujeto y la función de predicado.
El sujeto es la función que desempeña un sintagma nominal a propósito del cual se dice algo (afirmando, negando, preguntando, etc.).
El predicado es la función que desempeña un sintagma verbal, que dice algo del sujeto (esto es, afirma, niega, pregunta, etc., acerca de él).

En los siguientes ejemplos, ponemos el sujeto en cursiva, el predicado en negrita y los núcleos respectivos en color:
El perro gruñe.
No ha llegado aún el tren de Almería.
¿Está en casa tu padre?
¡Ya ha venido la luz!
Tu hermano tal vez lo sepa.
¡Que mejore tu salud!
Tomen asiento aquí ustedes.

• El sintagma verbal sólo puede funcionar como predicado de la oración.
• El sintagma nominal, en cambio, puede desempeñar otras funciones (la del Objeto directo, por ejemplo), además de la del sujeto.
Cohesión entre sujeto y predicado
Aunque los sintagmas que desempeñan el oficio o función de sujeto y predicado son tan diferentes (uno es nominal y el otro verbal), han de mantener una relación gramatical estrecha para que pueda constituirse la oración.
Ello se logra mediante la concordancia en persona y número que mantienen sus respectivos núcleos, esto es, el nombre del sintagma nominal sujeto y el verbo del sintagma verbal predicado.

¿Puede faltar el sujeto?
No puede haber oraciones sin predicado, pero sí existen las que carecen de sujeto. Son las llamadas oraciones impersonales.
Las oraciones impersonales son las que tienen como predicado un verbo impersonal (como llover, amanecer, etc.).
Se consideran también impersonales oraciones formadas con los verbos haber y hacer, del tipo: Hay muchas razones que lo aconsejan. Hubo fiestas en el barrio...

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Nociones básicas de Gramática: Sintaxis: Oración y sintagma


La sintaxis es la parte de la Gramática que se ocupa de la oración.

La oración gramatical
Hay muchas definiciones de oración, pero adoptamos ésta: Oración es la menor unidad gramatical que posee sentido completo y que, por tanto, asegura un acto de comunicación perfecta entre el hablante y el oyente.
Las palabras aisladas también poseen significado, pero no comunican nada. El vocablo avión evoca en nosotros el concepto del vehículo volador así denominado: se limita a eso. Pero ese nombre debe integrarse en una oración, para que comunique algo (es decir, para que, mediante ella, un emisor transmita una información a un receptor): Está aterrizando un avión. A Felipe le gusta viajar en avión. Ha sido secuestrado un avión canadiense.
Una oración posee sentido completo. Y todos sus monemas se relacionan entre sí para construir ese sentido.

Clases de oraciones, según sea su significado
Las oraciones pueden dividirse según sea su forma (es decir, teniendo en cuenta las relaciones que tienen entre sí sus elementos), y según sea su significado. Atendiendo a este último criterio, las oraciones se dividen en:


Enunciativas: Comunican que algo (no) sucede, ha sucedido o sucederá. Pueden ser afirmativas (Le ha tocado la lotería a un amigo mío) o negativas (No he leído esa novela).
Interrogativas: Comunican una pregunta que el hablante dirige al oyente (¿Sólo había cinco personas?, interrogativa directa; A ver si adivinas qué me han regalado, interrogativa indirecta). Para que una oración sea interrogativa, no es necesario que vaya entre signos ortográficos de interrogación. Basta con que formule una pregunta.
Imperativas: Comunican un mandato o un exhorto: Callense, Venga conmigo, por favor.
Exclamativas: Comunican algo (afirmación, mandato, etc.) expresando con intensidad el sentimiento del hablante (¡Qué disparate! ¡Vaya chasco que se ha llevado!). Estas oraciones se escriben entre signos de admiración.
Dubitativas: El hablante comunica al oyente una duda (Tal vez esté enferma).
Optativas o desiderativas: El hablante comunica al oyente la expresión de un deseo (¡Ojalá acertemos! Dios quiera que no sea demasiado tarde).

Los sintagmas
Observemos esta oración: Ramón estudia. Fácilmente observamos que puede dividirse en dos partes, en dos unidades que constituyen la oración: un nombre del que se dice algo (Ramón), y un verbo que dice algo del nombre (estudia).
Esta oración puede expandirse, esto es, ampliarse; pero todas las informaciones nuevas tendrán que integrarse, bien en la primera unidad (Ramón), bien en la segunda (estudia).
• Ramón estudia.
• Ramón, mi hermano, estudia Medicina.
• Ramón, mi hermano mayor, estudia Medicina en Sevilla.
Esas dos unidades, con expansiones o sin ellas, se denominan sintagmas. Sintagma es cada una de las dos unidades que constituyen la oración. La noción de sintagma es más compleja.

Sintagma nominal y sintagma verbal: sus núcleos
Denominamos sintagma nominal al nombre y a las palabras que lo acompañan y complementan en la oración. Ese nombre es el núcleo del sintagma nominal. Así, son sintagmas nominales:
• Ramón (estudia).
• Ramón, mi hermano, (estudia).
• Ramón, mi hermano mayor, (estudia).
Los pronombres y otras palabras equivalentes al nombre pueden ser también núcleo del sintagma nominal:
• Yo (duermo mucho).
• Ustedes dos (vengan conmigo).
• El alto (está jugando muy bien).
• Triunfar (es difícil).

Sintagma verbal es el verbo y las palabras que lo complementan en la oración. El verbo es el núcleo del sintagma verbal. Son sintagmas verbales:
• (Ramón) estudia.
• (Ramón) estudia Medicina.
• (Ramón) estudia Medicina en Sevilla.
El sintagma nominal y el sintagma verbal reciben también los nombres respectivos de grupo nominal y grupo verbal. Estos términos son muy claros, pero no parecen apropiados cuando los sintagmas están constituidos por una sola palabra: Ramón/estudia.



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Nociones básicas de gramática: pronombre, verbos y partes invariables


El pronombre
Definición: El pronombre es una palabra que no tiene significación propia, sino que la adquiere en el contexto o situación porque sustituye a un sustantivo..., o a una expresión completa.

Morfemas: Los pronombres tienen -además de los morfemas propios del sustantivo al que sustituyen- un morfema propio del verbo: la persona; si bien éste sólo es atribuible a algunos pronombres, y no a todos.

Funciones: Su función predominante es la de sustituir al sustantivo, y, por ello, puede desempeñar cualquier función sintáctica que desempeñe el sustantivo.
En algunas ocasiones el pronombre puede sustituir al adverbio, y, en consecuencia, desempeñar funciones propias de éste.
También puede sustituir en otras ocasiones (predicativo- atributo) al adjetivo.
Algunos pronombres pueden ir enclíticos (postpuestos) al verbo, y parecen formar una sola palabra con él.

Clases: Los pronombres se pueden clasificar en:
1. Adverbiales: son aquellos que indican una circunstancia del verbo.
2. No adverbiales, que pueden ser:
• Demostrativos.
• Posesivos.
• Indefinidos.
• Numerales (como los adjetivos).
• Interrogativos-exclamativos (ver adjetivos).
• Relativos.
• Personales, según su función pueden tener diversas formas: sujeto, complemento.


El verbo
Definición: Es la palabra que, sola o unida a otras, funciona como núcleo del sintagma predicativo de la oración.

Morfemas: El verbo tiene seis morfemas posibles: persona, número, tiempo, modo, voz y aspecto. Existen tres personas: la que habla o primera, la que escucha o segunda y la de que se habla o tercera. El número puede ser singular o plural, como en el caso del sustantivo y otras palabras. El tiempo indica el momento en que se realiza la acción del verbo; éste puede ser pasado, presente o futuro. El modo indica el punto de vista del hablante con relación a la acción: indicativo, subjuntivo, potencial o condicional, imperativo e infinitivo. La voz puede ser activa (el sujeto realiza la acción verbal, y no tiene como auxiliar al verbo ser) o pasiva (el sujeto recibe la acción verbal, y tiene por auxiliar al verbo ser). El aspecto indica la situación del verbo respecto del tiempo de que se habla, y puede ser: perfectivo (acción terminada), imperfectivo (acción sin terminar); durativo (acción continuada), ingresivo (acción en su inicio), frecuentativo (acción que se repite), incoativo (acción que se comienza), terminativo (acción que se termina), reiterativo (acción que se repite mucho), obligativo (acción que se debe realizar), hipotético (acción que se supone).

Funciones: La función del verbo, en tanto tal, es únicamente la de núcleo de predicado. Además de esto, el infinitivo puede funcionar como sustantivo -con todas las funciones propias de éste-; el participio, en las mismas condiciones que un adjetivo, y el gerundio como un adverbio.

Partes invariables:
El adverbio

Definición: Es la parte invariable de la oración que puede complementar o modificar a un verbo, a un adjetivo o a otro adverbio.

Morfemas: Por ser palabra invariable, carece de morfemas; es, pues, un lexema aislado, que, en ocasiones, puede llevar un sufijo: -mente.
Funciones: El adverbio puede funcionar como circunstancial del predicado (complemento de un verbo) o bien como modificador directo de un adjetivo o de un adverbio, como ya se había señalado.

Clases: Los adverbios se puede clasificar en:
1. Por la forma:
• Simples: una sola palabra.
• Compuestos: terminados en -mente y locuciones adverbiales.
2. Por su valor:
• Pronominales: coinciden con los pronombres adverbiales: cuanto, donde...
• No pronominales: todos los demás.
3. Por su significado: Pueden ser de modo (modo, afirmación, duda, negación), de tiempo, de lugar, de cantidad.


La preposición
Definición: Es la clase de palabras invariables que unen una palabra (que puede ser el sustantivo, el pronombre, el adjetivo, el verbo o el adverbio) con su complemento o modificador. La preposición une dos o más palabras que tienen distinta función sintáctica: en el verbo, la otra es complemento; en los demás casos, la otra es término del modificador indirecto.
Funciones: Las preposiciones tienen siempre la función de enlace; pero, a diferencia de otros de la misma clase, no pueden unir nunca proposiciones: sólo une palabras con su complemento o con su modificador indirecto.

La conjunción
Definición: Es la clase de palabras invariables que unen dos o más palabras de igual función gramatical o dos proposiciones.
Funciones: Ya se ha señalado que la conjunción desempeña una función exclusiva de enlace.

Clases: Las conjunciones se pueden clasificar en:
1. Conjunciones coordinantes, que son aquellas que relacionan dos palabras de igual función gramatical o dos proposiciones de la misma jerarquía gramatical; y pueden dividirse en:
• Copulativas: y, e, ni, que
• Disyuntivas: o, u
• Explicativas: por ejemplo, es decir, etc.
• Adversativas: pero, no obstante, sin embargo, etc.
• Comparativas: como
2. Conjunciones subordinantes, que son aquellas que unen dos proposiciones de distinta jerarquía. Una de ellas está subordinada a la otra. Pueden ser:
• Causales: porque, puesto que, dado que, ya que.
• Consecutivas: por ello, en consecuencia, por lo expuesto, etc.
• Condicionales: si

La interjección
Definición: La interjección no es una parte específica de la oración, sino que equivale a una oración completa. Son generalmente palabras o expresiones breves que se escriben entre signos de admiración y tienen siempre significados muy emotivos. Funciones: Su función no es sintáctica, sino que es la manifestación más evidente de la afectividad.
Se consideran interjecciones también:
Blasfemias y juramentos. La reproducción de ciertos ruidos. Los vocablos con los que se llama o guía a los animales. Las fórmulas de saludo y despedida.




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Nociones básicas de gramática: Morfología: sustantivo, adjetivo y artículo


A la hora de hablar de gramática en castellano, hemos de separar, por utilidad, la morfología de la sintaxis, pero siempre hemos de tener en cuenta que son dos realidades inseparables.
En morfología estudiaremos las nueve categorías gramaticales:
1. Variables
• Sustantivo
• Adjetivo
• Artículo
• Pronombre
• Verbo
2. Invariables
• Adverbio
• Conjunción
• Interjección
• Preposición

1. MORFOLOGÍA
El sustantivo
Definición: Sustantivo es la palabra que designa a un objeto material (mesa) o inmaterial (bondad), y que puede ir acompañada de un artículo (una mesa, la bondad) cuando no es propio (Juan).

El sustantivo siempre puede desempeñar la función sintáctica de núcleo de sujeto (NS).

Morfemas: El sustantivo tiene dos morfemas: género y número. Respecto del género hay tres posibilidades: masculino y femenino. En cuanto al número hay dos posibilidades: singular, que indica un solo objeto (dedo), y plural que indica más de un objeto (dedos).
Sustantivación: Llamamos sustantivación al hecho de que una palabra, que no sea sustantivo normalmente, se convierta en sustantivo en un contexto determinado. Por ejemplo: El bueno de Juan preparó el asado.
Funciones: Los sustantivos pueden desempeñar las siguientes funciones:

1. En sintagma nominal:
Ø Núcleo de sujeto.
Ø Aposición.
Ø Vocativo.
Ø Atributo-predicativo.
Ø Objeto directo.
Ø Complemento circunstancial.

2. En sintagma preposicional:
Ø Complemento (término) de la preposición.

El adjetivo
Definición: El adjetivo es la palabra que modifica al sustantivo, bien como modificador directo (Atributo o Modificador directo), bien en el predicado como atributo predicativo.

Morfemas: El adjetivo, como el sustantivo, tiene dos morfemas: género y número. Respecto del primero, sólo hay masculino y femenino; aunque, en ocasiones, el adjetivo no presenta variaciones de género. El número puede ser también singular y plural. Pero, en todo caso, el adjetivo debe concordar en género y número con el sustantivo al que modifica.

Grados: Como los adjetivos expresan cualidades de los objetos, y esas cualidades pueden darse en diversas cantidades, los adjetivos poseen grados de significación. Estos grados son tres:
1. Positivo, cuando aparece la cualidad sin modificación alguna.
2. Comparativo, cuando la cantidad aparece comparada. Pueden darse tres casos:
• Igualdad. (Luis es tan bueno como Alberto.)
• Superioridad. (Luis es más bueno que Alberto.)
• Inferioridad. (Luis es menos bueno que Alberto.)
3. Superlativo, cuando la cualidad aparece en su grado máximo. (Luis es buenísimo.)

Funciones: El adjetivo puede desempeñar básicamente dos funciones: modificador de un sustantivo y atributo-predicativo.

Clases: Los adjetivos pueden clasificarse en:
1. Pronominales: son aquellos que acompañan a un sustantivo, y que, al desaparecer éste, se transforman en pronombres, y, en ningún caso, indican cualidad del sustantivo; son los Determinantes (Modificadores):
• Posesivos.
• Demostrativos.
• Indefinidos.
• Relativos.
• Interrogativos-exclamativos.
• Numerales:
• Cardinales.
• Ordinales.
• Partitivos.
• Múltiplos.
• Distributivos.
• Colectivos.
2. No pronominales: son aquellos que modifican a un sustantivo, y que, al desaparecer éste, se sustantivan; indican una cualidad del sustantivo al que acompañan:.
• Calificativos: señalan una cualidad del sustantivo.
• Especificativos: van siempre detrás del nombre, y distinguen a éste del grupo al que pertenece.
• Explicativo o epíteto: va detrás o delante del nombre, y su función es señalar una cualidad del mismo, sin que ésta sea necesaria para diferenciarlo.
• Gentilicios: indican el lugar de origen.
• Patronímicos: indican el apellido.

3. Procedentes de verbo: aquellos participios que no están auxiliados por un verbo y que modifican al sustantivo.


El artículo
Definición: Es un modificador directo del sustantivo que lo determina (artículo determinado), pero que nunca señala una cualidad de dicho sustantivo.

Morfemas: El artículo tiene dos morfemas: género y número. Es decir, los morfemas del artículo son los mismos que los del sustantivo. Tres géneros (masculino, femenino y neutro) y dos números (singular y plural). Pero estos morfemas sólo tienen sentido gramatical y únicamente cuando modifican al sustantivo.

Existe un caso de aparente contradicción, por razones fonéticas: el artículo determinado el acompaña a sustantivos femeninos que comienzan por a- o ha- siempre que el acento fónico recaiga sobre dicha vocal: el águila, las águilas; el hacha, las hachas.

Funciones: El artículo tiene dos funciones. La primera es la de modificador directo del sustantivo (como Determinante). La segunda es la de producir la sustantivación de cualquier palabra que no sea sustantivo:
Por qué (conjunción); el porqué (sustantivo).

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martes, 4 de septiembre de 2007

Una sopa con étimos



Hemos preparado una sopa con unos ingredientes muy especiales: unas raíces, algunos sufijos…
Para prepararla, primero hemos amasado todos los ingredientes, hemos añadido un poquito de agua y lo hemos puesto al fuego. Para darle sabor, hemos echado un poquito de paciencia y mucha observación. Diez minutos de hervor y ya está lista.
Ahora mete la cuchara, perdón la lapicera y señala las 20 palabras españolas, formadas a partir de étimos griegos.
Y para que no se te indigesten, piensa un poco en qué pueden significar y escribe ese significado. Luego lo compararemos con el verdadero (no uses el diccionario hasta el final).
Recuerda que pueden aparecer de derecha a izquierda, de izquierda a derecha, de arriba abajo, de abajo a arriba y en diagonal.




Las palabras de la sopa son:
AGORAFOBIA
CICLOPE
CIRUJANO
CORO
DELTA
FILOSOFÍA
FOTOSFERA
FRASE
MELANCOLÍA
METÁFORA
METRO
MICROSCOPIO
MISÁNTROPO
NEUMONÍA
OMNÍFAGO
OTITIS
PEDIATRA
TELÉFONO
XILÓFONO
ZOOLÓGICO

¿encontraste todas? Enhorabuena, si no fue así, no te preocupes, la próxima vez apunta mejor la vista.

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domingo, 2 de septiembre de 2007

El discurso científico académico

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